Que hacer si a tú perro le pica la oruga Procesionaria.

La toxina de esta oruga, más numerosa al acercarse la primavera, puede provocar la muerte del animal si no se actúa Mucho cuidado con la procesionaria. La oruga, que eclosiona en los pinos en primavera  y cada año avanza su presencia, provoca cada temporada graves problemas en perros que entran en contacto e incluso se tragan esta molesta especie de lepidópteros. Siguiendo unas recomendaciones básicas y una pauta de tratamiento se puede evitar que el perro sufra los estragos de la procesionaria. Las orugas de la procesionaria del pino, cuando están en su tercer estado larvario, desarrollan unos pelos urticantes con una toxina (Thaumatopina). Es justo en esta etapa cuando son más peligrosas para las mascotas. «No es necesario el contacto directo, porque cuando se sienten amenazadas pueden lanzar sus pelos sedosos al aire generando irritaciones y alergias a personas y animales», destaca Maria Pifarré, veterinaria.  Es fácil identificar la época de proliferación de la oruga de la procesionaria. Es cuando se forman los bolsones característicos que acostumbramos a ver colgados en los pinos y descienden al suelo en vistosas filas indias. «Lo hacen al final del invierno pero, en los últimos años, y debido al cambio climático, cada vez aparecen más pronto como consecuencia del incremento de temperatura», añade Pifarré, representante del Col·legi Oficial de Veterinaris de Barcelona. Entramos pues ahora en el momento del año en el que hay que empezar a estar atentos cuando vayamos a un bosque u otros espacios naturales con presencia de pinos.  Un ciclo con cinco fases larvarias  .  Una mariposa llamada ‘Thaumtopoea pityocampaes’     La procesionaria del pino es una fase del ciclo de la vida de una mariposa llamada Thaumtopoea pityocampa. Se le considera el insecto defoliador más importante en los pinos, cedros y abetos de España. En el tercer estadio larvario se convierten en orugas que desarrollan unos pelos urticantes con una toxina que se denomina Thaumatopina. En este momento es cuando forman los bolsones característicos que acostumbramos a ver en algunos pinos. ​En la última fase larvaria, en total son cinco, descienden al suelo en las características filas indias. La primera de la fila siempre es una hembra, y deja ir un hilo de seda que siguen todas sus compañeras, de forma que se protegen la cabeza unas a otras porque es la parte que pueden utilizar los pájaros como alimento.   Al final, se entierran en el suelo, acaban sus fases de evolución a pupa y a crisálida. Permanecen enterradas hasta el verano, cuando salen, se aparean y vuelven a comenzar el ciclo. Aunque el aspecto de la procesionaria parece frágil, su toxina (Thaumatopina) puede afectar no solo a los perros, sino también a personas, gatos y cualquier mascota que pueda salir al exterior. Las consecuencias Atentos a la lengua, labios, ojos, respiración..

Las consecuencias del contacto con la toxina dependen fundamentalmente de la parte del cuerpo que se vea afectada, de la cantidad de contacto y de la rapidez en realizar el tratamiento. La localización oral es la más frecuente, produciendo un cuadro de estomatitis que puede incluir glositis o inflamación de la lengua, y queilitis, que es la inflamación de los labios. En un primer momento el animal puede mostrar nerviosismo, degluciones rápidas y tocarse la boca con las patas. La localización oral es la más frecuente, produciendo un cuadro de estomatitis que puede incluir glositis o inflamación de la lengua, y queilitis, que es la inflamación de los labios. En un primer momento el animal puede mostrar nerviosismo, degluciones rápidas y tocarse la boca con las patas. «La lengua puede aumentar de volumen, se vuelve azulada debido a la dificultad del retorno venoso y, si no se hace nada, con el paso de los días el tejido puede llegar a morir, apareciendo áreas de necrosis, pudiendo llegar perder el tejido en un período de seis a diez días», alerta  María Pifarré. Este cuadro de glositis produce dificultad al tragar. Por este motivo la saliva sale al exterior al no poder ser ingerida. Pueden llegar incluso a obstruirse las glándulas salivares, produciendo lesiones que llegan a ser complicadas de resolver precisando en la mayoría de los casos de cirugía.  Si el animal ingiere la oruga, se puede observar edema laríngeo, que puede comprometer la respiración, y alteraciones gastrointestinales como vómitos y diarrea.  En otras ocasiones, cuando el viento transporta los elementos urticantes, o cuando la oruga los lanza al sentirse amenazada, los afectados pueden ser los ojos. «Encontramos cuadros de blefaritis o inflamación de los párpados; y si los pelos entran en contacto con la córnea, vemos cuadros de queratitis ulcerativas o edemas corneales. En caso de que se vea afectada la conjuntiva, se producirá una conjuntivitis», explica la veterinaria. Otros síntomas cutáneos pueden ser edema facial, prurito intenso y cosquilleo, que incluso puede aparecer en los propietarios por haber intentado abrirles la boca o explorarlos después de haber entrado en contacto con la toxina de la oruga. «La sintomatología a nivel general no es tan frecuente, pero si no se diagnostica y se trata pronto se pueden encontrar síntomas muy variados, como son fiebre, inflamación de ganglios submandibulares, convulsiones, inflamación sistémica generalizada, hemólisis, pérdida de hemoglobina por la orina, coagulación vascular diseminada, shock anafiláctico, temblores musculares, coma e incluso la muerte del animal», advierte Pifarré. 

El tratamiento: qué hacer La medida más efectiva contra la procesionaria es evitar los paseos por zonas donde pueda haberlas, según subrayan los veterinarios. Bosques o espacios naturales con muchos pinos es mejor visitarlos en otra época del año que no sea el final del invierno y, sobre todo, la primavera.   Lavar con agua templada. Pero si aún así nuestro animal entra en contacto con algunas de estas orugas, lo primero que debemos hacer es lavar con abundante agua la zona afectada. La mejor forma es por pulverización, esparciendo el agua, ya que lo más normal es que no tengamos guantes a mano cuando salimos a pasear. El agua utilizada debería ser templada o caliente, ya que el calor desactiva la toxina. De esta manera conseguiremos eliminar posibles restos de pelos de la oruga que pueden permanecer incrustados en la piel o en las mucosas del perro.

No frotar la zona afectada Pero ¡ojo! No debemos frotar la zona afectada, porque entonces ocasionaríamos el efecto contrario, ya que romperíamos pelos de la oruga y se liberaría mayor cantidad de toxina.

Acudir al Veterinari@ Después de hacer un primer tratamiento doméstico, lo más recomendable es acudir al veterinario más cercano para poner en marcha el tratamiento de forma inmediata. «El pronóstico de esta intoxicación es reservado, aunque en la mayoría de los casos tenemos una evolución favorable. Todo depende del grado de afección y lo pronto que se diagnostica y se trata», destaca Pifarré. Los animales que presentan urticaria y edema se suelen recuperar en solo 24 horas. Los que tienen estomatitis o glositis, necesitan entre 3 o 4 días para estar bien. Y si ya hay necrosis de la lengua, la vida del animal corre peligro y en algunos casos puede ser necesario practicar la eutanasia FUENTE: LA VANGUARDIA

Interpretar las aptitudes de mi perro

Lo que hacen los perrosQué significa cuando lo hacen
Se aleja al acariciarle la cabezaEs posible que no le guste la sensación. Esta también es una señal de dominio para un perro . La mayoría de los perros prefieren que los acaricien en la barbilla, en la parte frontal del pecho o en el costado de la cara.
Camina en círculos antes de acostarseSus ancestros lo hacían para aplanar la hierba y hacer un nido acogedor. Tu perro está reaccionando a sus instintos evolutivos.
Le ladra a los carteros, incluso a los que ya conoceEl cartero se marcha confiablemente cada vez que tu perro ladra, por lo que continúa ladrando para ejercer su autoridad sobre la situación.
GruñeLos perros gruñen cuándo están contentos y felices.
Se quejaLos perros, especialmente los cachorros, lloriquean cuando sienten frío, hambre o soledad.   Para calmarlos, cúbrelos con una manta caliente, aliméntalos o préstales atención en períodos regulares.
ParpadeaTu perro puede estar considerando si seguir una orden que le acabas de dar.
BostezaLos perros bostezan cuando se encuentran cansados pero, a menudo, lo hacen porque les ayuda a disipar el estrés o el conflicto interno.
Lame sus labiosLamerse los labios es un signo de nervios, ansiedad o sumisión.
Te lameTu perro siempre busca tu atención o una reacción positiva.  En algunos casos, los perros lamen para establecer el dominio.
Insiste en subirse al sofáAún cuando le has dicho que no lo haga, es probable  que tu cachorro intente alcanzar un lugar más alto para demostrar dominio.
Rascan después de hacer sus necesidadesMarca su territorio y deja una señal visual  (suelo alterado) y su aroma (probablemente de las glándulas sudoríparas de sus patas).
Come excrementoEsto se conoce como coprofagia, el cual es un comportamiento típico y común en cachorros. En perros adultos, puede ser por causas médicas o de comportamiento, así como por estrés.
Se revuelca en cosas desagradablesSi tu perro se revuelca en cosas apestosas en el suelo, es para anunciar donde ha estado. También podría tratarse de un comportamiento arraigado de sus antepasados salvajes, quienes se revolcaban para ocultar su olor y evitar a los depredadores.
Come pastoPodría estar tratando de ayudarse a vomitar para aliviar el malestar estomacal. O su cuerpo podría anunciarle que necesita algunas verduras adicionales para el equilibrio nutricional.
Olfatea (huele y huele) antes de orinarTu perro identifica los otros aromas en el área para decidir dónde dejar el suyo. Asimismo, podría estar buscando un lugar que no haya sido orinado por otro perro.
Olfatea el trasero de otros perrosLas feromonas secretadas por las glándulas anales permiten que otros perros conozcan su identidad.
JadeaTu perro jadea para regular su temperatura corporal, también es posible que lo haga cuando tiene ansiedad.
Se muestra más contento con perros de su misma razaSi tu perro ha tenido experiencias placenteras con sus hermanos y perros de la misma raza, podría esperar que eso suceda con los perros que se asemejan a él.
Se inclina de manera juguetonaSi tu perro levanta su retaguardia hacia arriba mientras que se «inclina» con la cabeza y las patas cerca del suelo, es porque se siente feliz y juguetón.
Persigue su colaLos perros con un mayor impulso depredador y sin ningún escape tienden a  perseguir su cola. En el caso de algunos perros, es posible que su comportamiento se vuelva compulsivo, lo que provoca ansiedad y problemas médicos.
Se amamantan con artículos blandosLos cachorros que se separaron de sus madres a una temprana edad pueden amamantarse con artículos blandos como mantas o juguetes de peluche.
Asoma la cabeza por la ventanilla del cocheLo hace porque es divertido y porque el aire que pasa se encuentra lleno de olores interesantes.  Sin embargo, es una mala idea porque puede lastimarse con objetos voladores o algo peor.
Ladra a otros perros con la cabeza bien altaEste es un signo de dominancia, especialmente cuando se combina con el contacto  visual directo, una postura corporal tensa y una cola erguida.
Ladra a otros perros con sus orejas contra su cabezaEste es un signo de temor o sumisión, especialmente cuando se combina con una cola escondida y ojos inquietos.
Escarba de forma rápida y furiosa en la tierra, en la cama o en la ropa de camaEs probable que este sea un instinto depredador redirigido (piense en los terriers escarbando en búsqueda de presas que anidan bajo tierra).
Saca la comida del tazón y se la come en otro lugarUn perro que se encuentra en un nivel más bajo en la manada podría hacer esto para proteger su comida de un perro más dominante (real o imaginario).
Oculta sus premios en lugar de comérselos inmediatamenteSigue su instinto natural de guardar alimentos para asegurarse que tenga algunos  disponibles para después si es necesario.
«Corre» dormidoEsta soñando, tal vez corriendo para atrapar una ardilla u otra criatura.
Mueve la cola rápido o despacioLa velocidad del movimiento de su cola es como un indicador de energía. Si está muy emocionado, su cola se moverá rápidamente. Se moverá a un ritmo más lento cuando se encuentre interesado pero no comprometido al 100 %.
Mete la cola entre las patasEste es un signo de sumisión, incertidumbre, ansiedad o miedo.
Sostiene su cola erguidaEste es un signo de interés, dominio y confianza.
Muerde calcetines o zapatosPuede carecer de juguetes masticables apropiados (hechos de materiales que prefiere). NOTA: Si lo persigues por toda la casa para recuperar tus pertenencias, probablemente pensará que se trate de un juego realmente genial.
Olfatea a la gente en el área de la ingleLa nariz lo sabe. Un perro puede decir mucho sobre una persona por las feromonas provenientes de esa parte del cuerpo.
Sacude los juguetes furiosamente con su bocaTu perro se encuentra haciendo lo que habría hecho en la naturaleza, sacudir a su presa por el cuello para matarla.
Eriza los pelos de su espalda (piloerección)Esto ocurre cuando la respuesta de estrés de lucha o huida se activa y libera epinefrina, causando que los músculos se contraigan y eleven al pelo.


Fuente: mascotas.mercola.com

Técnicas Punitivas:

El refuerzo negativo puede provocar estrés y miedo constante a los perros

Tanto el refuerzo positivo como el entrenamiento mediante castigos pueden ser eficaces para lograr un cambio de conducta deseado en el perro, pero este último puede tener consecuencias negativas a largo plazo

Los cachorros de perro pueden llegar a causar quebraderos de cabeza en sus primeros años de vida, orinando en alfombras o mordiendo muebles. Por ello, en ocasiones, algunos propietarios recurren al refuerzo negativo para corregir el mal comportamiento.

Sin embargo, un nuevo estudio científico sugiere que los castigos, incluso cuando son relativamente leves como gritar o sacudir la correa, pueden estresar a los perros, y dejarles en un estado de pesimismo mayor que los ejemplares que son entrenados mediante recompensas.

“Puede parecer que el entrenamiento basado en el castigo funciona a corto plazo, pero estos métodos pueden tener consecuencias negativas a largo plazo”, señala a Science Marc Bekoff, biólogo evolutivo de la Universidad de Colorado, quien especifica que estos perros “están viviendo un estrés perpetuo”.

Estudios publicados previamente sugieren que ambos entrenamientos, el basado en la recompensa o refuerzo positivo y el que utiliza los castigos, son efectivos, sin embargo el segundo método puede tener efectos negativos.

El experto explica que normalmente estos estudios suelen centrarse en perros policía, de trabajo o de laboratorio, en lugar de en los animales de compañía de las familias.

Asimismo, en la mayoría de estas investigaciones se ha utilizado el collar eléctrico como refuerzo negativo, el cual, no es común en la práctica y está prohibido en varios países.

El nuevo estudio, sin embargo, está centrado en los perros como mascotas. Para descubrir cómo reaccionan estos animales de compañía, un equipo científico, liderado por la investigadora de la Universidad de Oporto (Portugal) Ana Catarina Vieira de Castro, reclutó a 42 perros de escuelas de entrenamiento que fomentan el buen comportamiento mediantes premios o juegos.

Asimismo, en el estudio también participaron 50 perros de programas basados en la aversión, que utilizan refuerzos negativos como gritar y sacudir la correa para entrenar a los ejemplares.

MAYOR NIVEL DE CORTISOL

Los investigadores grabaron en video a los perros durante el entrenamiento y midieron los niveles de cortisol —hormona del estrés— antes y después de las sesiones. El resultado fue que los perros de los programas de refuerzo negativo presentaron más comportamientos relacionado con el estrés durante el entrenamiento, como lamerse los labios o bostezar, y tenían niveles más altos de cortisol en la saliva que cuando estaban en sus hogares.

Por su parte, los perros del grupo de entrenamiento basado en recompensas no mostraron cambios en los niveles de cortisol, ni durante el entrenamiento ni cuando volvieron a sus casas.

Para averiguar si estos efectos persistieron y si tenían efectos en su comportamiento, los investigadores trataron de medir la actitud ‘pesimista u ‘optimista’ de 79 de los perros con una prueba de recompensa alimentaria. Y es que explican que las mentalidades ‘pesimistas’ se han asociado con ansiedad por separación y otros comportamientos problemáticos en perros.

Durante la prueba, primero los entrenaron para asociar un lado de una habitación con una salchicha, no así el resto de la sala. De esta manera, si un perro encontraba un comedero en esa zona, contenía salchichas, pero los cuencos en el resto de lugares estaban vacíos.

Posteriormente, los investigadores colocaron recipientes vacíos en varias posiciones entre ambos espacios, y midieron la rapidez con la que los animales se acercaron. Así, si un perro era considerado ‘optimista’, corría emocionado hacia uno de estos cuencos que se encuentran en el medio, mientras que uno ‘pesimista’ iba más lentamente.

Finalmente los resultados mostraron que, cuanto más castigo había recibido un perro, más ‘pesimista’ era y más pronunciados eran los resultados.

Berkof considera que los propietarios deben invertir más tiempo con los entrenadores y señala que el refuerzo positivo “puede llevar tiempopero al menos el perro no vive con miedo o en un estado de estrés constante”.

Destete y Socialización del Cachorro

El Grupo de Especialidad de Etología Clínica (Gretca) de la Asociación de Veterinarios Españoles Especialistas en Pequeños Animales (Avepa) ha compartido un texto de Helena Varella Negre, en el que explican la importancia de la edad de destete y el periodo de socialización en los cachorros de perro.

“Cualquier persona que tenga un animal de compañía, desea que éste sea emocionalmente estable y tenga un buen comportamiento. Son muchos los factores que forjarán el comportamiento de un animal: su genética, temperamento, la educación recibida, las experiencias vividas…”, explica Varella Negre, quien señala que, de todas ellas, “cobran especial importancia” las experiencias vividas durante los periodos sensibles de desarrollo del cachorro.

PERIODO NEONATAL Y TRANSICIÓN (DE 0 A 3 SEMANAS)

Los cachorros, al igual que los bebés, nacen con un desarrollo nervioso, sensorial y motor, inmaduro. Sus ojos están cerrados, su oído no es funcional, no pueden a penas moverse… y su sistema nervioso central también está todavía en desarrollo. Durante las primeras semanas de vida, dependen 100% de los cuidados de su madre.

Estos cuidados maternos (contacto, aseos, lamido) ayudan a la maduración del sistema nervioso central, mejoran el aprendizaje, reducen la sensibilidad al estrés y generan una mayor estabilidad emocional.

“Sabemos que los cachorros que no reciben estos cuidados durante el periodo neonatal (de 0 a 14 días de vida) tendrán menor tolerancia al estrés para el resto de su vida, y por tanto tendrán mayor tendencia a mostrar conductas de miedo, ansiedad o agresividad”, explica la especialista.

Para evitar esta carencia, en camadas de madres con poco instinto maternal o cachorros huérfanos, “debemos procurarles estos cuidados a través de caricias y manipulaciones suaves, de unos 5-15 minutos al día, para generar una mayor estabilidad emocional”, aconseja Varella.

PERIODO DE SOCIALIZACIÓN (DE 3 A 12-16 SEMANAS)

A partir de las 3 semanas de vida, el cachorro llega a una madurez sensorial y motora suficiente para empezar a interactuar con sus hermanos de camada y con su entorno.

Durante esta etapa, el cachorro aprenderá a perfeccionar sus habilidades sociales a través de la interacción y los juegos con sus hermanos de camada y con su madre; aprenderá a usar el lenguaje canino, tanto para comunicar sus emociones e intenciones, como para interpretar las de otros; aprenderá a controlar la fuerza de mordida, para no hacer daño al jugar; y cuando su madre lo rechace durante el destete, sabrá tolerar la frustración, y ser progresivamente más independiente.

La conducta exploratoria, le permitirá conocer el entorno, objetos, olores, ruidos, y situaciones nuevas; en definitiva, adquirir nuevas experiencias para mejorar su aprendizaje a través de la habituación. Aquellas situaciones o experiencias vividas serán incorporadas mentalmente como situaciones conocidas para el resto de su vida.

Por el contrario, todo lo que no haya vivido durante este periodo, será mentalmente catalogado como desconocido, y por tanto susceptible de desarrollar miedo en un futuro. Cuanto más rico en estímulos sea su entorno de cachorro, mayor capacidad de adaptación tendrá, señala la experta.

Además, como su nombre indica, el periodo de socialización es el momento en que el cachorro tiene la curiosidad de interactuar con otros animales y personas sin que el miedo a lo desconocido los frene, es el momento de socializarse.

“Para conseguir una óptima socialización, debemos procurar que el cachorro se relacione con perros y personas, diferentes a los del núcleo familiar, generando experiencias agradables suficientes, que le permitan generalizar su aprendizaje”, recomienda Varella.

Concretamente la maduración de las estructuras nerviosas responsables del miedo son las que determinan el final del periodo de socialización, alrededor de las 12 semanas de edad. A partir de esa edad, el cachorro sentirá miedo a lo desconocido, dificultando su adaptación a experiencias nuevas.

¿CUÁL ES EL MEJOR MOMENTO PARA EL DESTETE Y LA ADOPCIÓN DEL CACHORRO?

Por desgracia, hoy en día, es habitual destetar a los cachorros prematuramente, lo cual es totalmente perjudicial para su bienestar, según denuncian desde el Gretca.

“Sabemos que los perros destetados prematuramente sufren mayor probabilidad de mostrar problemas como: exceso de actividad, trastornos relacionados con la separación, agresividad, falta de inhibición de la mordida, inhibición de la conducta sexual, problemas de socialización, etc.”, alerta Varella.

Muchos de estos cachorros arrastrarán problemas de conducta de por vida, dificultando la convivencia con las familias y aumentando el riesgo de ser abandonados.

En conclusión, los cachorros deberían permanecer con su madre y hermanos hasta las 8 semanas de edad. De esta forma pueden beneficiarse de una crianza materna e inicio de socialización con su madre y hermanos, y aún les queda tiempo para habituarse al nuevo entorno donde residirán.

Una adopción tardía puede tener efectos positivos o negativos, en función del criador. Por ejemplo, un cachorro criado hasta los 3 meses en un ambiente rural, es muy probable que muestre miedo o incluso pánico cuando esté en un ambiente urbano, si no se ha familiarizado con ello durante el periodo de socialización. No obstante, si el criador se encarga de familiarizar al cachorro con estos estímulos (ruidos, tráfico, tránsito de gente, etc.), y socializarlo correctamente, no tiene por qué haber ningún problema en su conducta.

¿CÓMO PUEDO CONSEGUIR UNA BUENA SOCIALIZACIÓN DEL CACHORRO?

“Muchos de los problemas de conducta que vemos a diario en la consulta de etología clínica, son consecuencia de una socialización deficiente”, señala la especialista, quien explica que esta mala socialización aumenta la probabilidad del perro de desarrollar problemas de conducta graves, como: miedos, agresividad, ansiedad, exceso de actividad, conductas repetitivas, etc. Todos estos problemas de conducta, disminuyen el bienestar del animal, dificultan la convivencia y son un factor de riesgo para el abandono de animales.

“Para prevenir el desarrollo de estos problemas debemos conseguir un buen aprendizaje durante el periodo de socialización. Para ello, no solo tenemos que conseguir cantidad y variedad de experiencias, sino asegurarnos que esas experiencias sean agradables, progresivas y supervisadas, evitando las experiencias traumáticas”, recomienda Varella.

CÓMO CONSEGUIR UNA BUENA SOCIALIZACIÓN CON PERROS

La experta da las claves sobre cómo conseguir una buena socialización con perros. Para ello, si el cachorro todavía no tiene todas las vacunas, se puede favorecer su socialización con otros perros llevándolo a casa de algún amigo o familiar que tenga otros perros, vacunados, desparasitados y sociables, con los que el cachorro pueda relacionarse.

Por otro lado, si ya tiene las vacunas, el propietario puede fomentar esta socialización con otros perros en la calle o en el parque. Eso sí, estos encuentros deben ser siempre supervisados, controlando que el cachorro esté a gusto.

“Si al principio se muestra tímido, puedes animarle a interactuar, por ejemplo, interactuando tú mismo con el otro perro. Si necesita refugio, debes dejar que se refugie en ti, por ejemplo, entre tus piernas”, explica la experta.

Asimismo, recomienda no dejar que otros perros avasallen al animal, ya que generará en él malas experiencias, y nunca forzarlo, ni sujetarlo para que otros lo huelan. “Si todavía no está preparado, debes tener paciencia y darle más tiempo”, apunta.

Por último, las clases de socialización para cachorros pueden ser una buena opción para potenciar su socialización y además aprender cómo educarlos.

CÓMO LOGRAR UNA BUENA SOCIALIZACIÓN CON PERSONAS

En lo referente hacia las personas, para conseguir una buena socialización del perro hay que favorecer los encuentros e interacciones del cachorro con personas desconocidas tanto en casa como en la calle.

Además, hay que asegurarse que se relacione tanto con adultos como con niños, hombre y mujeres, con diferentes aspectos e indumentarias, y, si se muestra tímido, es aconsejable animarlo a interactuar con la persona, ofreciéndole premios o juguetes.

“Nunca lo fuerces, no lo sujetes para que lo acaricien. Si todavía no está preparado, ten paciencia y dale más tiempo”, recomienda la experta.

HABITUACIÓN DEL PERRO AL ENTORNO

“Procura que el cachorro se familiarice con el entorno en el que tendrá que vivir en el futuro, por ejemplo, sacándolo a la calle en brazos (si todavía no tiene las vacunas), o llevándolo a una terraza”, aconseja Varella.

Además, es positivo generar nuevas experiencias como los viajes en coche, la visita al veterinario y peluquería, tener invitados en casa o relacionarse con otras especies animales (ej. gatos).

“Recuerda que estas experiencias tienen que ser agradables, progresivas y supervisadas”, apunta la experta, quien también da las claves para que el perro tenga una buena estabilidad emocional.

En este sentido, hay que procurar que esté con su madre y hermanos hasta las 8 semanas de vida, hacer una buena socialización con perros y personas, diferentes a los del ámbito familiar, durante el periodo de socialización, y continuar favoreciendo sus relaciones sociales durante toda su vida.

Por último, recalca que hay que evitar las experiencias traumáticas, basar la educación en técnicas de refuerzo positivo y evitar el uso de técnicas punitivas y, si el cachorro o perro adulto muestra dificultades para socializar u otros problemas de conducta, buscar ayuda profesional. “El veterinario etólogo clínico, es el especialista adecuado para estos trastornos”, concluye.

Nina I Decarana

Nina I Decarana Nace en nuestra casa el 23/08/2.015.  Nieta de nuestra MultiCampeona CH Africa Decarana por parte de su Madre,  Bimba Decarana. Su Padre. Otto Decarana. Un gran ejemplar de West Highland White Terrier. Campeona de Gibraltar y Vencedora Femenina en Varias Exposiciones Caninas al amparo de la Real Sociedad Canina De España.  

NinaI Decarana Westie.